El liderazgo, hoy día constituye un aspecto de primordial importancia para el trabajo y desarrollo de los equipos y las organizaciones, no solamente con miras a la obtención de los objetivos organizacionales programados, sino por el desarrollo integral y la satisfacción laboral que deben alcanzar todos los trabajadores, que les permita un correcto enfoque ante los cambios del entorno y un mejoramiento continuo de su desempeño y de los resultados de trabajo de la organización.

Es necesario destacar que todo el que dirige o administra no es un líder, para ello debe desarrollar determinados aspectos como: credibilidad, habilidades humanas, comunicar valores, sensibilidad ante sus seguidores, con su acción transformar el medio y/o el colectivo, o sea, ser un agente de cambio, y otros aspectos que no siempre son desarrollados por los administradores, incluso aun estos últimos con buenos resultados de trabajo. El liderazgo ante todo debe ser eficaz de manera integral, y por la influencia y repercusión que tiene sobre los seguidores debe ser portador de una ética social que permita la transparencia y la honestidad en todas las actuaciones y decisiones.

En este blog, se plantean los elementos centrales sobre los principales enfoques o teorías, con el objetivo y aspiración, que se posean los elementos necesarios sobre las distintas variantes.

  1. Enfoque sobre los rasgos de los líderes: Durante mucho tiempo, se pensó que los líderes eran personas, donde todos tenían determinados atributos como inteligencia, agresividad, grandes comunicadores, u otros.

Uno de los primeros aspectos que los investigadores trataron de estudiar fueron los rasgos o características que tenían los líderes y que los pudieran diferenciar de aquellos que no lo fueran. En este sentido se valoraron aspectos relacionados con el físico de la persona, su personalidad, su manera de comunicarse desde el punto de vista de ser introvertido o extrovertido, entre otros.

Hasta el momento no ha quedado demostrado que los líderes posean un conjunto de rasgos o características distintivas que permitan distinguirlo, para la realización de una selección, con solo tener en cuenta estos aspectos.

2. Enfoque relacionado a la conducta de los líderes: Se formuló que para el ejercicio del liderazgo se necesitaban desarrollar dos aspectos fundamentales que fueron: el laboral (el trabajo) y el relacional (de apoyo al grupo). Con esta forma de enfoque era necesario que se atendieran ambos aspectos por el líder en cuestión, la práctica demostró que en muchos casos estos dos aspectos podían ser atendidos por personas distintas, en el primer caso, laboral, por un líder formal y en el otro caso por uno informal para la atención de apoyo al equipo.

3. Enfoque como función de la organización: Todo equipo para desarrollar la labor que le ha sido asignada, tiene determinadas necesidades, una de las cuales es la de un líder que actúe en representación del grupo el cual se hace cada vez más necesario en dependencia de las complejidades del grupo, tanto por el trabajo a realizar, como por las relaciones a desplegar.

El líder es valorado, por el grupo, por sus capacidades para dar solución a los problemas presentados, así como para el cumplimiento de sus objetivos.

Según lo que se menciona anteriormente, cada individuo tiene una personalidad distinta y una forma diferente de abordar sus responsabilidades. Los estilos diferentes de dirección pueden integrarse mejor o peor con las técnicas de liderazgo más efectivas para causar un gran impacto positivo, que son las siguientes:

  • Definir los objetivos claramente, compartiendo la visión de negocio de manera efectiva.
  • Trazar una ruta de hitos cuya consecución progresiva conducirá, en último término, a la de las metas globales.
  • Apoyarse en el correcto uso del lenguaje y la comunicación, verbal y no verbal, para construir confianza, motivar el pensamiento creativo y canalizar la energía hacia los objetivos comunes.
  • Seleccionar a los miembros más adecuados para cada equipo, esas personas apasionadas, motivadas y proactivas.

El éxito en la puesta en práctica de estas técnicas de liderazgo dependerá de la capacidad del manager para:

  • Lanzar las preguntas adecuadas en el momento preciso.
  • Ser genuino e inspirador.
  • Tener la capacidad para compartir una idea de forma brillante.
  • Estar dispuesto (y disponible) para hablar de todo, también de los temas más complicados.
  • Saber escuchar y dejar que sean los demás quienes hablen primero.
  • No cejar en su empeño.
  • Saber divertirse en el trabajo y con el trabajo.

Los diferentes estilos de dirección deberán recorrer una distancia más o menos amplia para encontrarse con el líder de alto rendimiento que se desprende de las técnicas de liderazgo precitadas.

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