Cualquier plan de calidad, o de sistema de calidad, tiene como objetivo último introducir mejoras en la estructura, en los procesos de trabajo y, como no, en los resultados que se alcanzan.

Las organizaciones buscan introducir esas mejoras de diferentes formas:

  • Por un lado, analizando el punto de vista de sus distintos tipos de clientes mediante encuestas, estudios cualitativos o auditorías.
  • Por otro, mediante la información indirecta a través de buzones de sugerencias, análisis comparativo con otras organizaciones similares, etc.

Además, las organizaciones líderes, buscan introducir mejoras gracias a la colaboración del conjunto de sus profesionales quienes, al fin y al cabo, conocen perfectamente las tareas que realizan, sus contenidos, puntos fuertes y posibles debilidades.

Las acciones de mejora que se realizan son, en ocasiones, implícitas, ya que se introducen con éxito en el día a día, como fruto del afán por hacer cada vez mejor las cosas; y, explícitas, en forma organizada (mediante grupos de mejora) con una planificación y metodología ajustada a las necesidades de cada organización.

Un Equipo de Mejora consiste en un pequeño número de personas con habilidades complementarias que, con carácter temporal, están voluntariamente comprometidos con el propósito común de proponer mejoras en un proceso, utilizan métodos  estructurados y parámetros de desempeño y son mutuamente responsables de su realización.

Pueden estar constituidos por personas de diferentes unidades y perfiles profesionales, lo que cuenta es el análisis que realizan de sus propios procesos de trabajo y las propuestas que logran llevar adelante para mejorar dichos procesos.

El papel de los Equipos de Mejora puede aglutinarse en alguno de estos tres objetivos:

  1. Detectar e investigar posibles áreas de mejora.
  2. Plantearse alternativas de solución a problemas propios de la organización.
  3. Promover la participación de todos los niveles organizativos, teniendo en cuenta las ideas de cada uno de los miembros y consiguiendo un buen ambiente de trabajo.

Por otra parte, es necesario mencionar aspectos que se deben tomar en cuenta al formar grupos de mejora continua:

  1. Fomentar la comunicación dentro del Equipo de Mejora: Una buena comunicación es la base para el éxito de cualquier equipo de trabajo, ya que a través de ella los integrantes pueden compartir información e ideas para solucionar problemas abordándolos desde diversas perspectivas. Ya sea en una junta o en una conversación vía chat, todos los integrantes deben tener un momento designado para expresarse y el resto debe escuchar con respeto y sin interrumpir. Mantener un contacto permanente representa un factor crucial en el fortalecimiento de las relaciones del equipo.
  2. Aprovechar la diversidad: Los equipos homogéneos operan eficientemente porque rara vez están en desacuerdo, sin embargo, después de un tiempo su trabajo carecerá de creatividad y será poco innovador. Al establecer y proponer el Equipo de Mejora debemos procurar seleccionar personas con diversos puntos de vista e intereses con el fin de que expresen sus ideas y puedan  generar un trabajo de mayor calidad.
  3. Realizar evaluaciones periódicas: Cuando se está trabajando en equipo, los resultados, buenos o malos, se diluyen entre todos los miembros y aunque es importante que permanezca la visión de la colectividad y se realicen evaluaciones grupales. También es importante que cada uno de los individuos involucrados evalué sus acciones como individuos para poder determinar qué es lo que está o no ayudando al trabajo en equipo.

Fuente: https://calidad.umh.es/plan-director/equipos-de-mejora-2/