Hablar de efectividad, es hablar de resultados y cumplimiento, y por ende, se deriva una interrogante ¿qué tan eficaces y eficientes son los gerentes en las organizaciones?, dentro de las múltiples definiciones, se puede señalar que una persona eficaz, es quien cumple con los objetivos que le fueron encomendados, y usando su creatividad, inteligencia y métodos comúnmente tiene resultados positivos y lo hace de manera reiterada. Cuando una persona, logra objetivos, optimizando los recursos que tuvo a disposición, es cuando estamos en presencia de una persona eficiente. La eficiencia la comprendemos como la cualidad de un ser humano de lograr objetivos con economía de recursos.
Un elemento que el gerente debe tomar en cuenta para ser efectivo, es la habilidad para ser asertivo, una persona tiene una conducta asertiva, cuando es directo, honesto y respetuoso al estar en contacto con las personas. Un gerente con estilo asertivo, resuelve los problemas, está a gusto con los demás, se siente satisfecho, a gusto consigo, relajado, con control, crea y fabrica la mayoría de las oportunidades, se gusta y gusta a los demás, es bueno para todos.
Otro elemento para la efectividad gerencial es la creatividad, que podemos comprenderla como la habilidad de inventar o crear algo nuevo o de relacionar algo conocido de forma innovadora, así también el de apartarse a los esquemas de pensamiento y conductas habituales. Para que una persona sea creativa debe disponer de seis recursos necesarios: Inteligencia, conocimiento, estilos de pensamiento (capacidad de usar la inteligencia), personalidad (asumir riesgos y superar obstáculos), motivación (extrínseca o intrínseca) y contexto medioambiental
Un tercer elemento que el gerente debe tener en cuenta para ser efectivo es el manejo de conflictos, que si no es atendido de manera oportuna y de forma inteligente, a pesar de que sea sin importancia y pequeño, puede generar inconformidad y estrés entre sus colaboradores.
Se ha establecido que la Efectividad Gerencial es el problema que más impacto tiene en la utilización y efectividad de estos líderes. Por ello se detallan 4 acciones muy puntuales que ayudaran a mejorar la Efectividad Gerencial como parte del liderazgo:
- Establecer objetivos: Se debe ser una persona proactiva en establecer objetivos, al igual que estableciendo líneas del tiempo, fechas límite y planes de trabajo; necesarios para mantenerte al líder y al equipo en buen camino. Las distracciones a las que se enfrentan en el día a día pueden fácilmente llevarlos a perder la visión a largo plazo e inclusive los objetivos inmediatos. Pueden muy fácilmente quedar atrapados en los problemas urgentes que salen inesperadamente en lugar de mantenerse enfocado en producir los resultados que le importan más a la organización.
- Delegar más: La delegación efectiva requiere más que simplemente quitar algunas tareas del escritorio, los delegadores efectivos priorizan su carga de trabajo y deciden cuáles son las tareas que se van a quedar y cuáles van a delegar a alguien más. Estos también entienden que tanta retroalimentación requieren a medida que la persona a quien delegan la tarea va avanzando.
- Maximizar el valor único: Priorizar a través de enfocarse en hacer las tareas más importantes que solo el líder puede realizar. Siempre habrá más cosas compitiendo por su atención de las que tiene energía y tiempo para completar.
- Obtener claridad del rol: Debe entender cuáles son las responsabilidades clave de su rol y cuales las secundarias, e inclusive entender qué parte del trabajo le pertenece a otros. Sin embargo, también habrá tiempos en los que se requiera tomar deberes adicionales por circunstancias fuera de lo común, o quizás sea importante para su desarrollo personal/profesional. Aun así, los gerentes efectivos entienden que van a ser juzgados principalmente por la efectividad que tengan en sus responsabilidades clave.
Los líderes que en ocasiones se sienten abrumados por su trabajo pueden encontrar consuelo en el hecho de que no están solos. Al enfocarse en estos 4 comportamientos, empezando por los objetivos, podrán empezar a contrarrestar esos sentimientos y generar mayor valor a la organización.